

En Coronel estaría mi Amigo Felipe esperándome, el bus se atrasó...pero en estas cosas hay que desarrollar la paciencia y saber tener plena convicción que, aunque demoremos...llegaremos con lo que Dios quiere decir a las naciones...
Más encima no llevé la dirección y nos perdimos con Felipe, pero nos sujetamos al Santo Espíritu de Dios y mientras cantábamos al Señor caminando y le dijimos al Señor..."Señor, si en ese lugar hay verdaderos adoradores, entonces la unción nos llevará y llegaremos al Lugar", le preguntamos a una señora que nos dijo: caminen derechito y encontrarán el festival", nos reimos pero ella profetizó porque ahí había un Festin de reino...se convirtieron 20 jóvenes a Jesucristo, en los cielos había festín...oro para el Rey de reyes.
Llegamos justo a tiempo y pude entregar lo que el Señor había puesto en mi corazón para esa ciudad, un mensaje que trasformó mi vida y transformaría la manera de interceder de muchos que abrieran su corazón ese día...fue hermoso...gloria al Señor, me deleito en su poder y amor.
Servimos al Señor y vigilamos ... Dios hizo cosas que ojo no vió, ni oido oyó...y nos sorprendió.
Doy gracias a Dios por la vida de mi amigo Felipe...obediente y fiel compañero de milicias. Estamos en tiempos de recuperar el verdadero sentido de la amistad, compartir el corazón de un amigo es necesario y estas acciones hay que cultivarlas: conversar, reír, aprender...el Señor estuvo en medio nuestro y nos enseñó muchas cosas. El Señor dijo que había venido a buscar lo que se había perdido y está usando nuestras vidas para restaurar todas las cosas. Gloria a Dios.
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