Este fin de semana fue un fin de semana lleno de la gloria del Señor en nuestra familia. Sabemos que por muchas terapias y fármacos de buenas intensiones, lo único que sana las heridas del corazón efectivamente es meterse en la presencia del Señor, darle el lugar que le corresponde al Señor y permitir que él haga su perfecta voluntad...no con ejército ni con espada sino con su Santo Espíritu...a nosotros tan sólo nos corresponde disponer nuestras vidas para que Dios derrame de su amor en quienes aún no logran verle... si hay algo que agrada al Señor es que reconozcamos que hay situaciones en la vida que sólo las puede tratar él. Sabemos que si uno de nosotros sana produce un efecto dominó en el resto de la familia y tenemos plena convicción que así es y será.
Ser honestos es lo mejor, Dios respalda la verdad, cuando decides hablar con la verdad lo que viene es o si o si...bendición.
Con Nacho habíamos hablado una vez en persona cuando él tenía 6 años, él no sabía que yo era su tía, luego una vez por teléfono y en msn compartiendo fotos familiares cuando ya supo que yo era su tía, esto hizo que en su corazón naciera, a pesar del rechazo, la idea de conocer a su familia por parte de papá...y principalmente conocer a su papá.
Al principio...tensión, rechazo, distancia...luego pequeños acercamientos hasta que se dieron las sonrisas y la conversación a solas. Fuimos protagonistas de un día de sanidad del corazón, de sanidad de la familia, de sanidad del alma, gloria a Dios porque el beneficio es tremendo.
Al despedirnos las lágrimas fluyeron, los abrazos fueron fuertes y cálidos y las palabras de perdón culminaron el encuentro que habíamos esperado con ansias...pero marcaban el inicio de otros nuevos momentos... "Estamos RE contentos"...
Luego llegamos con Felipe a adorar al Señor, nuestro corazón explotaba de gozo por lo que el Señor había hecho, era palpable la atmósfera de paz que había en mi casa...su presencia, un solo toque del Rey de reyes...transforma cualquier situación de ruina en el más glorioso momento de alegría...Nuestras vidas ya nunca más serán iguales....
Gracias Señor, te adoramos, te amamos con todo nuestro ser... esto es mucho fruto que agrada a nuestro Padre Celestial y la gloria sea para ti, porque tú pagaste el precio...gracias Señor...
El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; a predicar el año agradable del Señor. Lucas 4:18:19
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