Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?. Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras. Jeremías 17:9
Fue tejiendo chalecos que me di cuenta que así lo hace el Señor cuando llega a nuestras vidas; todos los enredos, todas las maquinaciones, todas las obras perversas que satanás hace en nuestras vidas, y que nos roban bendición, todas las confusiones…Cuando llegas a sus pies…Él, poco a poco las desenreda, es su Santo Espíritu…sólo su Espíritu puede discernir la intención del corazón, la verdadera motivación del corazón, sólo su Santo Espíritu trae luz, trae sanidad, restauración, restitución, orden y paz.
Me asombra como él obra en la paz, en el secreto, me asombra ver como él minuciosamente trabaja en silencio para mostrar su poder a favor de los que le buscan.
Como humano nos cuesta sujetar las emociones, nos apresuramos, somos impacientes, a veces desmayamos, pensamos que nada está ocurriendo y que las respuestas a las peticiones han sido olvidadas…pero él trabaja en silencio y en perfección, con cuidado, con excelencia porque conoce hasta las más finas fibras de tu corazón.
Es así...cuando tienes una prenda de ropa blanca, resplandeciente…en cuestión de segundos puedes marcharla…y, sacar la mancha, hay que ver que toma su tiempo, es un proceso…lo mismo ocurre cuando tienes una madeja de lana fina…si tiras la hebra incorrecta puedes, en unos cuantos segundos, enredar todo, formar nudos…pero mayor es el tiempo que tomas en desenredarla…vas poco a poco buscando el camino del enredo, te encuentras con un nudo…soplas y sigues la hebra hasta encontrar el origen.
Así lo hace la Psicología…llegas frente a un profesional, le cuentas muchas cosas de tu vida, algunos muchos enredos, más de alguna vez te embriagaste tratando de olvidar el pasado, te derivaron al Psiquiatra…no hay respuesta, no hay solución, puedes sentir la oscuridad, la confusión…¿dónde está el remedio?, ¿dónde está la solución?…
Si hay algo que cuesta es reconocer la
verdad, porque hay luz en la verdad y esa luz muchas veces te confronta con tu error de sopetón, claro…vivir en la oscuridad produce acostumbramiento, es cómodo, reconocer el error requiere un cambio y eso implica moverse, hacer un esfuerzo.
La verdad es sanadora en si misma y cuando logras reconocer tu error, tu parte involucrada en el enredo, entonces el reconocer la verdad traerá más vida, más luz, más paz…La Verdad siempre te llevará al origen. Así es la manifestación de la justicia de Dios…
Ciertamente ninguno de cuantos esperan en ti será confundido; Serán avergonzados los que se rebelan sin causa. Muéstrame, oh Jehová, tus caminos; Enséñame tus sendas. Encamíname en tu verdad, y enséñame, Porque tú eres el Dios de mi salvación, En ti he esperado todo el día. Salmos 25:3-5,
Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón porque de él mana la vida.
De la abundancia del corazón habla la boca.
Dios ha decretado Bendición, cielos abiertos...su decreto es irrevocable, nada se puede levantar en contra de su Palabra, aleluya, gracias Señor, te adoro...