Me asombra como él obra en la paz, en el secreto, me asombra ver como él minuciosamente trabaja en silencio para mostrar su poder a favor de los que le buscan.
Como humano nos cuesta sujetar las emociones, nos apresuramos, somos impacientes, a veces desmayamos, pensamos que nada está ocurriendo y que las respuestas a las peticiones han sido olvidadas…pero él trabaja en silencio y en perfección, con cuidado, con excelencia porque conoce hasta las más finas fibras de tu corazón.
Es así...cuando tienes una prenda de ropa blanca, resplandeciente…en cuestión de segundos puedes marcharla…y, sacar la mancha, hay que ver que toma su tiempo, es un proceso…lo mismo ocurre cuando tienes una madeja de lana fina…si tiras la hebra incorrecta puedes, en unos cuantos segundos, enredar todo, formar nudos…pero mayor es el tiempo que tomas en desenredarla…vas poco a poco buscando el camino del enredo, te encuentras con un nudo…soplas y sigues la hebra hasta encontrar el origen.
Si hay algo que cuesta es reconocer la verdad, porque hay luz en la verdad y esa luz muchas veces te confronta con tu error de sopetón, claro…vivir en la oscuridad produce acostumbramiento, es cómodo, reconocer el error requiere un cambio y eso implica moverse, hacer un esfuerzo.
La verdad es sanadora en si misma y cuando logras reconocer tu error, tu parte involucrada en el enredo, entonces el reconocer la verdad traerá más vida, más luz, más paz…La Verdad siempre te llevará al origen. Así es la manifestación de la justicia de Dios…
Ciertamente ninguno de cuantos esperan en ti será confundido; Serán avergonzados los que se rebelan sin causa. Muéstrame, oh Jehová, tus caminos; Enséñame tus sendas. Encamíname en tu verdad, y enséñame, Porque tú eres el Dios de mi salvación, En ti he esperado todo el día. Salmos 25:3-5,
Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón porque de él mana la vida.
De la abundancia del corazón habla la boca.
Dios ha decretado Bendición, cielos abiertos...su decreto es irrevocable, nada se puede levantar en contra de su Palabra, aleluya, gracias Señor, te adoro...
2 comentarios:
Bendigo tu vida mi estimada Ingrid, sabes, tus palabras me hacen recordar momentos que se veían tan enredados como esos ovillos de lana, pero cuando Dios fue tejiendo y al ver como avanza ese diseño en mi vida, no queda más que agradecer infinitamente al que ama mi alma.
Querida, te agradezco tu amor y generosidad de llevar el instrumento para grabar los latidos de Vicente (Es hombre je je). Pero en agosto, voy a estar allá haciéndome presente con Isacar.
Cariños para ti y familia.
Valeria
Uyyy gracias Vale, casi puedo escuchar la voz de Vicente cuando leo tus palabras...me emocioné, pero hay más en Isacar...Jorge y Claudia también esperan a la generación venidera, escuchamos latidos y expectantes en agosto para escuchar los latidos de Vicente Benjamín...Agardecida de Dios tremendamente por todo lo que él ya hizo desde la cruz del Calvario...estamos en el cumplimiento de los tiempos establecidos desde antes de la fundación del mundo...en el ahora de Dios para Isacar. Bendiciones y toma mucha leche y cosas ricas en fierro (legumbres, betarragas,carnes rojas)...y a regalonear sobreabundantemente.
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