SANANDO CORAZONES...

Este fin de semana fue un fin de semana lleno de la gloria del Señor en nuestra familia. Sabemos que por muchas terapias y fármacos de buenas intensiones, lo único que sana las heridas del corazón efectivamente es meterse en la presencia del Señor, darle el lugar que le corresponde al Señor y permitir que él haga su perfecta voluntad...no con ejército ni con espada sino con su Santo Espíritu...a nosotros tan sólo nos corresponde disponer nuestras vidas para que Dios derrame de su amor en quienes aún no logran verle... si hay algo que agrada al Señor es que reconozcamos que hay situaciones en la vida que sólo las puede tratar él. Sabemos que si uno de nosotros sana produce un efecto dominó en el resto de la familia y tenemos plena convicción que así es y será.

Doy gracias al Señor por mi ya pronto esposo...Felipe, juntos ... dinamita pura...nos sorprendimos de lo que hizo el Señor...nosotros entre que nos regaloneamos con juguitos, comiditas y delicias, entre sonrisas y palabras sabias del Señor, vimos la más entretenida sanidad de corazones al puro estilo de reino...a ratos nos juntábamos para orar, pedir dirección al Señor y declarar bendición, vimos como de un ambiente tenso...todo fue cambiando hasta ver la disposición al encuentro.

Él es mi hermano mayor Milton (que venía desde Coronel) que este fin de semana conoció a su hijo Ignacio (que venía desde Santiago), que actualmente tiene 12 años, ellos recién se vienen conociendo... había mucho que explicar...sólo Dios nos podía ayudar, la adolescencia es una etapa complicada y mi hermano se había desaparecido del mapa como actualmente muchos lo hacen, Carola quedó embarazada a los 16 años, sola asumió la maternidad, la distancia ayudo a que la responsabilidad de papá se diluyera.

Ser honestos es lo mejor, Dios respalda la verdad, cuando decides hablar con la verdad lo que viene es o si o si...bendición.

Con Nacho habíamos hablado una vez en persona cuando él tenía 6 años, él no sabía que yo era su tía, luego una vez por teléfono y en msn compartiendo fotos familiares cuando ya supo que yo era su tía, esto hizo que en su corazón naciera, a pesar del rechazo, la idea de conocer a su familia por parte de papá...y principalmente conocer a su papá.

Al principio...tensión, rechazo, distancia...luego pequeños acercamientos hasta que se dieron las sonrisas y la conversación a solas. Fuimos protagonistas de un día de sanidad del corazón, de sanidad de la familia, de sanidad del alma, gloria a Dios porque el beneficio es tremendo.

Al despedirnos las lágrimas fluyeron, los abrazos fueron fuertes y cálidos y las palabras de perdón culminaron el encuentro que habíamos esperado con ansias...pero marcaban el inicio de otros nuevos momentos... "Estamos RE contentos"...

Luego llegamos con Felipe a adorar al Señor, nuestro corazón explotaba de gozo por lo que el Señor había hecho, era palpable la atmósfera de paz que había en mi casa...su presencia, un solo toque del Rey de reyes...transforma cualquier situación de ruina en el más glorioso momento de alegría...Nuestras vidas ya nunca más serán iguales....

Gracias Señor, te adoramos, te amamos con todo nuestro ser... esto es mucho fruto que agrada a nuestro Padre Celestial y la gloria sea para ti, porque tú pagaste el precio...gracias Señor...

El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; a predicar el año agradable del Señor. Lucas 4:18:19