Hoy es un día especial, es el día grande que Jehová creo, me alegro y me deleito en él. Hoy no cumplo ni 5000 ni 10000 visitas a este blog … hoy celebro tu visita.
Han sido varias las pruebas de fe…(yo quería crecer, jijijiji) sin duda cada una de estas pruebas me han permitido conocer a nuestro Dios de una manera más cercana, más real, no de lejos, no de oídas, no que otros me cuenten como él actúa, sino veo como él ha hecho con mi vida.
Para quienes no le conocen quizás sea extraño, quizás parezca el fin, pero para quienes le conocemos sabemos en nuestra esencia que todo está bajo su control y que hay un tiempo de fin pero a su vez tiempo de un nuevo comienzo, como bien es el nombre de este blog …es un tiempo para un Nuevo Tiempo…
Este tiempo ha sido sorprendente, si respiro, si camino, si sonrío, si lloro, si escribo y tengo paz…es por su gracia, no hay otra explicación, tengo la convicción que por fuera todo se derrumba, aquello que pesa debe caer, debe salir y escucho desde lo alto… “ y si te saco todo…¿me seguirás amando?, pero por dentro hay una torre fuerte cimentada en la roca firme y aunque hay vientos y hay tormenta…a mi espíritu viene una fuerte convicción… “hay un Pacto, hay un Juramento de por medio y la firma de ese pacto, la tinta de ese juramento es la sangre de mi Amado, el Rey de reyes y Señor de señores…el Fiel y Verdadero.
Su Palabra me ha hablado de Job, de José. Hay que ver como fueron probados estos hombres, a ratos meditaba en lo que sintió José cuando estuvo en la cisterna, cuando estuvo en la cárcel… ¿qué pensamientos le rondarían?...pero por dentro si estoy segura que José algo tenía… un sueño le acompañó siempre, ese sueño estaba sellado en su corazón y él vivió cada prueba sabiendo que Dios… “Jehová de los ejércitos”, había declarado palabras de bendición sobre su vida y que todo, aún la cisterna, aún la cárcel, estaba siendo movido a su favor para alcanzar el plan…su plan…manifestar su maravillosa gloria a través de la vida de José a las naciones.
Si… podemos ver los pensamientos de Job en medio de la prueba…los expresó, hasta maldijo el día de su nacimiento, sin familia, sin amigos, sin bienes, con lepra, pero negar a su Dios…ni pensarlo.
Y en medio de todo hay algo tan hermoso que el Señor me ha permitido, en su misericordia, experimentar…y eso llena mi corazón de gozo, de satisfacción y comprendo que tenía que ocurrir esto para que pudiera ver el fruto.
El Señor me salió al encuentro en Cañete y ahí comencé a crecer en el Reino de Dios, sin duda hoy, estando a unos kilómetros de distancia he tenido algunos contactos con quienes de alguna manera y en alguna instancia de este caminar, el Señor me permitió bendecir con una palabra de fe.
Y el Señor me ha sorprendido…en medio de la prueba… he escuchado aquellas palabras que sembré en el nombre del Señor sobre ellos y agradezco inmensamente a su Santo Espíritu el crecimiento que les ha dado, físicamente no estoy en Cañete, pero el Señor es fiel y me gozo cuando recibo esas palabras de vuelta, porque tengo plena convicción que una Palabra de Dios viene de su boca y sale de la boca de un humano cuando él y sólo él permite que salga y es él quien coloca en el corazón tanto el querer como el hacer…y me pasa algo curioso porque me siento como una mamá…cuando le has dado una enseñanza a tu pequeño y luego cuando crecen puedes ver los frutos…Gracias Señor.
Gracias a todos aquellos amigos, amigas, hermanos en la fe que en este tiempo han bendecido mi vida con una palabra de aliento, han orado por el propósito que Dios tiene con mi vida, gracias por la reprensión, por la exhortación, por el consuelo, por el alineamiento, gracias…
Gracias Señor porque valió la pena la locura, valió la pena la tribulación, valió la pena la burla, valió la pena esperar, valió la pena sembrar…hoy los miro y veo como están prosperando…gloria a Dios.
Nada de lo que esté pasando ahora se compara con lo que viene…lo declara su Palabra.
El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados. Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse. Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios. Romanos 8:16-19
Han sido varias las pruebas de fe…(yo quería crecer, jijijiji) sin duda cada una de estas pruebas me han permitido conocer a nuestro Dios de una manera más cercana, más real, no de lejos, no de oídas, no que otros me cuenten como él actúa, sino veo como él ha hecho con mi vida.
Para quienes no le conocen quizás sea extraño, quizás parezca el fin, pero para quienes le conocemos sabemos en nuestra esencia que todo está bajo su control y que hay un tiempo de fin pero a su vez tiempo de un nuevo comienzo, como bien es el nombre de este blog …es un tiempo para un Nuevo Tiempo…
Este tiempo ha sido sorprendente, si respiro, si camino, si sonrío, si lloro, si escribo y tengo paz…es por su gracia, no hay otra explicación, tengo la convicción que por fuera todo se derrumba, aquello que pesa debe caer, debe salir y escucho desde lo alto… “ y si te saco todo…¿me seguirás amando?, pero por dentro hay una torre fuerte cimentada en la roca firme y aunque hay vientos y hay tormenta…a mi espíritu viene una fuerte convicción… “hay un Pacto, hay un Juramento de por medio y la firma de ese pacto, la tinta de ese juramento es la sangre de mi Amado, el Rey de reyes y Señor de señores…el Fiel y Verdadero.
Su Palabra me ha hablado de Job, de José. Hay que ver como fueron probados estos hombres, a ratos meditaba en lo que sintió José cuando estuvo en la cisterna, cuando estuvo en la cárcel… ¿qué pensamientos le rondarían?...pero por dentro si estoy segura que José algo tenía… un sueño le acompañó siempre, ese sueño estaba sellado en su corazón y él vivió cada prueba sabiendo que Dios… “Jehová de los ejércitos”, había declarado palabras de bendición sobre su vida y que todo, aún la cisterna, aún la cárcel, estaba siendo movido a su favor para alcanzar el plan…su plan…manifestar su maravillosa gloria a través de la vida de José a las naciones.
Si… podemos ver los pensamientos de Job en medio de la prueba…los expresó, hasta maldijo el día de su nacimiento, sin familia, sin amigos, sin bienes, con lepra, pero negar a su Dios…ni pensarlo.
Y en medio de todo hay algo tan hermoso que el Señor me ha permitido, en su misericordia, experimentar…y eso llena mi corazón de gozo, de satisfacción y comprendo que tenía que ocurrir esto para que pudiera ver el fruto.
El Señor me salió al encuentro en Cañete y ahí comencé a crecer en el Reino de Dios, sin duda hoy, estando a unos kilómetros de distancia he tenido algunos contactos con quienes de alguna manera y en alguna instancia de este caminar, el Señor me permitió bendecir con una palabra de fe.
Y el Señor me ha sorprendido…en medio de la prueba… he escuchado aquellas palabras que sembré en el nombre del Señor sobre ellos y agradezco inmensamente a su Santo Espíritu el crecimiento que les ha dado, físicamente no estoy en Cañete, pero el Señor es fiel y me gozo cuando recibo esas palabras de vuelta, porque tengo plena convicción que una Palabra de Dios viene de su boca y sale de la boca de un humano cuando él y sólo él permite que salga y es él quien coloca en el corazón tanto el querer como el hacer…y me pasa algo curioso porque me siento como una mamá…cuando le has dado una enseñanza a tu pequeño y luego cuando crecen puedes ver los frutos…Gracias Señor.
Gracias a todos aquellos amigos, amigas, hermanos en la fe que en este tiempo han bendecido mi vida con una palabra de aliento, han orado por el propósito que Dios tiene con mi vida, gracias por la reprensión, por la exhortación, por el consuelo, por el alineamiento, gracias…
Gracias Señor porque valió la pena la locura, valió la pena la tribulación, valió la pena la burla, valió la pena esperar, valió la pena sembrar…hoy los miro y veo como están prosperando…gloria a Dios.
Nada de lo que esté pasando ahora se compara con lo que viene…lo declara su Palabra.
El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados. Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse. Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios. Romanos 8:16-19
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