sábado, enero 20, 2007

UN CORAZÓN COMO EL DE DAVID...

Después de preparar y comer unos exquisitos tallarines con verduras al dente y salsa de mariscos, me puse a meditar en un tema que hace ratos me anda dando vueltas en mi cabeza, se trata de David…el rey David, el adorador por excelencia, el escogido de Dios, el que derrotó al gigante filisteo con una sola piedra, el de los salmos, ese mismo…David…el papá de Salomón.
Me encontré con algunas sorpresas…primero que al buscar una foto en el google relacionado con el tema de la seducción me salían puras fotos más bien eróticas, medios piluchos, entonces… ¿dónde quedan los perfumes y la comida y el baile y esas miradas que tiernamente te seducen? Para que hablar de mi helado favorito, o mi canción favorita, y de la ropa que, aunque no se vea nada, te seduce…
Paradigma colectivo…yo quería saber de David…hombre conforme al corazón de Dios y que si quieren saber como adoraba tienen que echarle un vistazo a los salmos…David…en victoria, angustiado, perseguido, como estuviera, derramaba su alma ante Dios, se postraba ante Dios y aunque pecara…fue “su adoración”, su búsqueda del poder de Dios, lo que lo hizo próspero en todo. Siempre me llamó la atención que este David, estando de ocioso en su casa, mientras el pueblo iba a la guerra, se le ocurrió mirar para donde el vecino y ahí estaba Betsabé… como era rey la llamó, la sedujo y la embarazó (de ahí nació Salomón)…y como amó tanto a esta mujer…para casarse con ella, se le ocurrió mandar al marido de Betsabé a la guerra y que de paso lo mataran…”miren los pensamientos del Rey David”, estos pensamientos no eran desconocidos para Dios, él es onmisciente, creo que aquí no pidió dirección a Dios y si lo hizo…algo impidió que escuchara la voz de Dios, pero aún así consigue su objetivo, pero esto trae consecuencias…
Me llama la atención pues, creo que David tenía ciertas luchas internas, él no quería ser así pero le afloraba espontáneamente y más aún, este poder de seducción lo hereda a su hijo Salomón que, era igual de seductor, sino lean Cantares… Que curioso…la abuela de David fue una, actualmente llamada, trabajadora sexual…Es indudable… hay conductas que heredamos, pero también tenemos la posibilidad de renunciar y cambiar…con esfuerzo se puede, pero primero hay que tomar conciencia de aquello. Hay algunos (as) que gustan de este poder de seducción, lo alimentan y lo usan muy bien, me atrevería a decir que es un talento que puede usarse para edificar o para destruir…y…dependiendo de la siembra será la cosecha…
Seducir viene del griego deleazo ( δελεάζω , 1185 ), significaba originalmente atraer y atrapar con cebo (de delear , cebo); de ahí, seducir, atraer con zalamerías o halagos; en Stg 1.14 , de la seducción de la concupiscencia: «seducido» ( rv : «cebado»); en 2 P 2.14 , de aquellos que «seducen» ( rv : «cebando»), v. 18 ( rv : «ceban»).
También me llama la atención esa habilidad innata que David tenía de atraer la presencia de Dios, él tocaba el arpa para un Rey endemoniado (el Rey Saúl) y eso era lo único que mantenía al rey en paz, donde tocaba aparecía también Dios, se me ocurre que a Dios le agradaba mucho lo que hacía porque aunque fallara era su hijo y se deleitaba con su vida…David cuando pecaba buscaba el altar de Dios y se humillaba, un trapito era delante de Dios y se quebrantaba reconociendo que sin Dios no podía hacer nada. David adoraba y deleitaba con salmos el corazón de Dios, él instauró la adoración en el tabernáculo de reuniones las 24 horas…¿Cómo no iba a agradar el corazón del Padre si adoptó la adoración como un estilo de vida?...que bueno que esto también lo heredó…Y esto fue el secreto de las riquezas y toda la gloria de Salomón…Aleluya
Que Dios te hable...
Continuará…

1 comentario:

Anónimo dijo...

El secreto, pienso, es que amaba profundamente a Dios y con eso las ramificaciones de poderes que Él le otorgó. Humanos, sí, todos los somos y tenemos nuestras flaquezas y debilidades y Davíd no fue la excepción. Lo que hizo siempre me lo he cuestionado... me identifico plenamente con tu post. EXCELENTE por cierto.
Estaré pendiente de la continuación.
Un abracito afectuoso!