Obedecer a la voz de Dios es un acto que siempre trae bendición...Dios bendice sus diseños originales y sobre estos aplica el efecto multiplicativo. Desde el principio Dios ha querido tener comunión con sus hijos y todo ha comenzado en un Altar.
Estamos en tiempos de adoración y no de cualquier adoración sino adoración al único que merece toda gloria y honra, Jesucristo el Señor de señores y Rey de reyes.
Hoy es un día especial, Dios nos llevó a levantar un altar de adoración en el Ministerio Apostólico Tierra Deseada, un altar que llenará la casa de su gloria y su poder será impactando a las personas, familias y naciones. Ya nada puede impedir que el Río Apostólico que nace del Trono de Dios y del Cordero... fluya en medio de su pueblo que alaba y se eleva a los más altos niveles de adoración, donde veremos su rostro, el rostro del Deseado de todas las naciones y Él verá el rostro de su Amada.
¡Oh, si él me besara con besos de su boca! Porque mejores son tus amores que el vino. A más del olor de tus suaves ungüentos, tu nombre es como ungüento derramado; por eso las doncellas te aman. Atráeme; en pos de ti correremos. El rey me ha metido en sus cámaras; nos gozaremos y alegraremos en ti. Cantares 1:2-4
Prendiste mi corazón, hermana, esposa mía; Has apresado mi corazón con uno de tus ojos, con una gargantilla de tu cuello. ¡Cuán hermosos son tus amores, hermana, esposa mía! ¡Cuánto mejores que el vino tus amores, y el olor de tus ungüentos que todas las especias aromáticas! Como panal de miel destilan tus labios, oh esposa; miel y leche hay debajo de tu lengua;
Y el olor de tus vestidos como el olor del Líbano. Huerto cerrado eres, hermana mía, esposa mía; Fuente cerrada, fuente sellada. Cantares 4:9-12
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