martes, diciembre 19, 2006

CONSUMADO ES...

“Consumado es”, fue lo que Jesucristo dijo desde la Cruz del calvario cuando dio su último aliento de vida después de todo el azote, la burla, el dolor y peso de llevar no tan solo la cruz de madera sino que también llevó el pecado, la enfermedad, el sufrimiento y el dolor de todo el mundo…
“Consumado es”…quiere decir “hecho está”, tiene su origen en la más romántica e íntima tradición del pueblo judío que haya conocido en toda mi vida, la verdad es que así me he sentido desde que conocí al Señor…viviendo el trasfondo espiritual de cada enseñanza y de todas las enseñanzas... la adoración es lejos la más profunda, la de más deleite, la de mayor gozo y plenitud…la cruz es la historia más romántica que he escuchado y vivido porque para amar verdaderamente uno se niega así mismo, para despojarse de aquello que pesa, pero lo que se viene es simplemente glorioso.
Jesús desde la cruz vio esta plenitud, tuvo gozo y esa fue la fortaleza que le permitió llegar hasta la cruz, soportar y desde esa cruz mirar lo que venía después…más allá…la resurrección y la vida.
“Consumado es”, era lo que decía el amigo del novio estando fuera del séquito o morada nupcial cuando el matrimonio ya se había consumado, es decir, cuando el novio y la novia se habían entregado mutuamente en la relación sexual.
Este amigo recibía la noticia del novio, entonces el amigo iba a la sala donde estaban los invitados y le avisaba al Padre para que se diera la orden de inicio a la Fiesta, entonces la fiesta continuaba los 7 siguientes días, mientras los amantes novios no salían del lecho nupcial…¡Qué tremendo! ...Y es que había que poner en práctica todo lo aprendido en un año, que era más o menos lo que duraba el compromiso desde que los padres de ambos novios establecían un pacto de sangre, desde ahí eran esposos y la novia era declarada santa y consagrada a su novio...apartada y durante esos 12 meses se preparaban ambos para el encuentro.
Doce meses antes durante la ceremonia de compromiso el hijo ofrecía a la muchacha una copa de vino y le decía: esta Es mi sangre que yo te ofrezco como símbolo y pacto de la entrega de mi vida a ti para formar linaje contigo. "Al ofrecerte esta copa, hago voto de que estoy dispuesto a dar mi vida por ti." Si la joven tomaba la copa y bebía del vino indicaba que ella también estaba dispuesta a dar su vida por el. Como símbolo de ese pacto o relación que se había hecho, los novios bebían vino de una misma copa previamente consagrada para ese compromiso de boda o matrimonio.
¿Se les parecen estas palabras a las dichas por Jesús en la ultima cena descrita en Lc.22:20 y 1 Co.11:25 ?: "Esta copa Es el nuevo pacto en mi sangre"
Esta historia continuará…

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